viernes, 30 de mayo de 2025

HITOS DEL CINE "MALOTE": "ROBOWAR" (DAWN. ESTO... MATTEI, 1989)

Ya sabéis que amamos l'Italia por muchas cosas. Una de ellas y no menor, es el jolgorio que produce su cinematografía, desde por el arte elevado de algunas películas del bel paese, a la exploitation (copiar fórmulas de éxito) sin pudor de otras. Evidentemente con Robowar estamos en el segundo caso. Y uno excelso, porque en la cinta los compinches Bruno Mattei, Claudio Fragasso y Rossella Drudi se encontraban en su máximo esplendor. Si a ello le sumamos que nos topamos con actores, como Reb Brow, cuya carrera es desconcertante... solo tenemos buenas noticias, claro.

Es otra de esas pelis en las que se dice que se fumaban muchos porros y viendo los ojos de este señor... seguramente sea cierto.
De Mattei, Fragasso y Drudi hemos hablado en otras ocasiones, como cuando analizamos el "Italo-Alien", o cuando repasamos Troll 2. Sobre esta última Fragasso y Drudi (especialmente el primero) nos han querido vender la motocicletta de que querían exponer temas importantes como el de "la alimentación" o que "está a la altura de historias como las de Bacall y Bogart" (sic). Pero en Robowar no se molestan en disimular. Han declarado que basicamente vieron Depredador (Predator. McTiernan, 1987) y les gustó, bonita manera de decir que decidieron copiarla casi al fotograma. Pero no seamos injustos, que en el saco no se cortaron en introducir "fusilamientos" de Robocop (Robocop. Verhoeven, 1987) y Terminator (The Terminator. Cameron, 1984). Tres por el precio de uno. Si algo hay que reconocer a esta gente, es que ver alguna de sus pelis es meterse a velocidad X3 cultura popular "ochenter". 

 

La película se produjo por Flora Film, en realidad una "churrería" para sacar rapidamente pelis que pudieran aprovecharse del éxito de las obras estadounidenses más exitosas. Como hemos comentado más veces, y es algo que no estuvo limitado a Italia, las producciones trataban de aparentar lo máximo posible un origen made in Hollywood. Así se aumentaban las posibilidades de que algún incauto picara en el videoclub. Por eso era habitual que, al menos parte del equipo, se cambiara el nombre por otro en inglés. Y hay que reconocer que los elegían bien chulos, a lo "Max Power" de Homer. Aquí nos encontramos como director a Vincent Dawn, uno de los seudónimos más recurrentes de Mattei. Aunque tuvo más, bien elegantes, como Stefan Oblowsky, David Hunt, Pierre Le Blanc o Werner Knox. Me imagino la cara del funcionario policial que tuviera que rellenar el apartado "alias" de nuestro querido Bruno.

Ya te vale, Bruno. Ya te vale.
 
La verdadera historia de la monja de Monza (La vera storia della monaca di Monza, 1980) fue la primera colaboración (o el primer delito) entre Mattei y Fragasso. Pertenecía a la nunexploitation (Cine "de monjas". Sí, existe eso), en el que habitualmente había una importante carga erótica.

Uno de los lugares que la exploitation italiana eligió para rodar fue Filipinas y éste es el lugar en el que se perpetró Robowar. Se debió a que Ferdinand Marcos, dictador del país entre 1965 y 1986, decidió otorgar una serie de ventajas económicas y de logística (como facilitar equipamiento militar) a las producciones extranjeras que se realizaran allí. El caso más sonado es el de Apocalypse Now (Coppola, 1978), cuyo rodaje fue tan problemático que a punto estuvo de destruir, incluso físicamente, a su director, algo descrito magistralmente en el documental Corazones en tinieblas (Hearts of Darkness. 1991, Neil-Coppola, Bahr, Hickenlooper). Pero esa es otra historia.  Baste decir aquí que, aunque Robowar es posterior al gobierno de Marcos, podemos intuir cierta inercia que se mantuvo y aprovechó gente como el productor Franco Gaudenzi, colaborador de Mattei, para que esta gente elaborara algunos de sus "churros" por allí. Entre ellos Strike Commando (1987), más "homenaje" de Rambo, icono popular de la época, como es bien sabido. Pero lo importante es que fue la primera película en la que trabajaron Mattei y el actor principal de Robowar, el señor Reb Brown.

Nuestra banda de héroes y la rubia a la que se encuentran andando por la jungla, la cual maneja armas automáticas a la perfección, elabora explosivos y conforme avanza la trama está cada vez más maquillada. Se trata de Catherine Hickland, quien estuvo casada con David Hasselhoff y luego con un señor llamado Michael Knight. Es decir, con un tipo que se llama como el personaje que hizo famoso a su exmarido. A ver quien es el guapo o guapa que supera eso. Ah y canta en el álbum "Night Rocker" (Img vía Wikipedia). 
 

Brown tiene una carrera de lo más peculiar. Fue Capitán América en dos películas para televisión, participó en Más allá del valor (Kotcheff, 1983) con el director precisamente de la primera Rambo, así como en la australiana La muerte de un soldado (Death of a Soldier. Mora, 1986) por la que recibió cierto reconocimiento de la crítica. Incluso trabajó con el inclasificable, pero desde luego gran cineasta, John Millius en El vuelo del Intruder (Flight of the Intruder, 1991) aunque en un papel muy menor, siendo además una de las películas más irregulares de Millius.

Brown como "el capi". Img. Vía 13thdimension.com Abajo carátula de "Strike Commado" (ghoulishbasement.com) y más abajo carátula del videojuego Gryzor, que siempre me recuerda a este tipo de pelis.

Como ha descrito Quentin Tarantino en Erase una vez en Hollywood (Once Upon a Time... in Hollywood. 2019) era muy habitual que productoras de países foráneos a los Estados Unidos, contrataran a actores estadounidenses. Estos no estaban entre las grandes estrellas, lo que hubiera disparado los costes, pero incrementaban la pátina de autenticidad de las copias. Sucedía en películas europeas, siendo desde luego Italia uno de los lugares destacados, aunque hay casos especialmente graciosos de otros sitios, como el relacionado con Barbara Anne Constable para la indonesia Lady Terminator, o el de Richard Harrison, a quien el hongkonés Geodfrey Ho le pagaba por una película y luego le hacía aparecer, vía corta-pega, en cuatro. Imagino que si Harrison le pilla le hace al menos una "sillita eléctrica", aunque Ho es de esperar que sepa algo de kung-fu con decenas de pelis de ninjas hechas a sus espaldas (en serio).

El actor Max(imo) Laurel fue la conexión filipina del reparto. No solamente era de allí, sino que además interpretó en cine dos veces (1985-1987) al personaje de cómic Zuma, oriundo del país. Aquí nos deleita con un movimiento a lo Bud Spencer (Carlo Pedersoli), está claro que se fijó en los mejores.  
El caso es que Brown entró en las churrerías italianas con Yor, el cazador que vino del futuro (Il mondo di Yor, 1983) de mano de Antonio Margheriti, que es otro que tal. De ahí a la mencionada Strike Commando, acompañado muy significativamente de Christopher Connely, conocido en Estados Unidos por la series televisivas Peyton Place y Paper Moon, esta junto a una niña Jodie Foster. Se trata de historias paralelas a las de Clint Eastwood, quien también venía del mundo televisivo y allí se habría quedado de no ser por Sergio Leone. El problema para Brown y Connely es que no se toparon con el director de la Trilogía del dolar, sino con Margueriti y Mattei. Así es la vida, pero fijo que se lo pasaron bomba.

Aquí tenemos al actor John Dulaney ("Papa Doc"), haciendo el viejo truco de agitar mucho los brazos para hacernos creer que lo están arrastrando al fondo. Ha comentado que en la época vivía en Filipinas y no estaba precisamente en forma, mucho menos para interpretar a un soldado de las fuerzas especiales. A nadie pareció importarle.

Con respecto a Robowar, ¿qué les voy a contar? Hay risas para quien guste de este tipo de cine. No voy a hacer mucho destripe, que de eso ya se encarga el robot protagonista, Omega 1.  Además lo divertido es verla, preferiblemente con colegones, e ir comentando lo absurdo de situaciones y diálogos, que encima tratan de recordarnos a los grandes taquillazos de la época. Por otro lado esta gente sabía hacer cine en lo técnico, de modo que, a diferencia del cine "malote" a lo The Room (Wiseau, 2003), nos encontramos con buenos encuadres o fotografía, pero con señores "hipermusculados" (bueno, no todos), diciendo chorradas a un nivel bastante más desconcertante que las presentes en los blockbusters. No sé a ustedes, pero para mí esto es de las cosas que me provocan alegría de vivir. Así que, muchas gracias a los que contribuyeron a crear esto, que no todo el mundo nos trae parabienes. Y como siempre digo en estos casos, Viva l'Italia!  

En la época se llevaban mucho las peceras, así que nuestros amigos nos lo hacen saber. Arqueología vía cine. En realidad el ¿diseño de producción? es una de las "virtudes" de la película. Al respecto, el top celeste que le encasquetan al pobre Brown es uno de los mejores momentos. No, no pretendía ser una comedia.  


También son gloriosas las tácticas avanzadas de guerrilla que usa esta gente, como usar hojas muy "tochas" para esconder el arma mientras andan. Pero solo el arma, nada más.



Entre las escenas calcadas sin pudor de Depredador, la de disparar sin ton ni son a la jungla. El hombre del primer plano era Romano Puppo, quien se comenta fue el que estuvo dentro del traje del Predator-Robot la mayor parte del tiempo, aunque no está claro. Abajo, degustando más hierba de la comarca (suda mucho y su mirada es de las más enrojecidas del reparto). Ah, fue doble de Lee Van Cleef en "El bueno, el feo y el malo" (1966) Más abajo, Omega 1 a tope. 


Lo del robot es alucinante, entre otras cosas por su escasa capacidad visual (abajo), lo que (supongo) explica, su torpeza, por lo demás bastante aleatoria.


No se van a creer lo que me costó este "pichorro". Pues lo mismo que a ustedes ver Robowar, que está conservada en archive.org Miren en los enlaces de abajo, que saltarán por los aires de alegría. 


 

 
¿QUIERE SABER MÁS?

—"Robowar" conservada en Archive.org: 

https://archive.org/details/robowar-1988

—Pódcast sobre "Robowar":

https://www.ivoox.com/11-x-33-cine-malote-robowar-o-solo-audios-mp3_rf_146760164_1.html 

 —Pueden ser de interés los siguientes libros, el primero sobre el cine de explotación italiano relacionado con la Ciencia ficción, y el segundo sobre el género western, en el que el crítico Carlos Díaz Maroto no sólo habla de este género realizado en Italia, sino en general y, entre otros lugares, también en España ("cocido western"):

 SALAS , A. (Coord.) Apocalypse Domani. La década dorada de la exploitation italiana de Ciencia ficción (1977-1990). Barcelona: Hermenaute, 2019.

DIAZ MAROTO, C. Cine del oeste. De la A a la Z. Madrid: Jaguar, 2010.

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Hitos del "cine malote": Robowar (1989) © 2025 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0  


LIBRO RECOMENDADO POR PODCALIPTUS, PORQUE "MOLA ARMA DE CLÉRIGO". ES DECIR, "MAZO"

 

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