A mi parecer, de que Bogart era un gran actor no cabe ninguna duda y que ese ha sido uno de los factores determinantes para que pasara a la posteridad, quizás tampoco. Pero tampoco debiéramos olvidarnos de su extraordinaria fotogenia, labor también de los grandes fotógrafos de la época, y del encanto de ese blanco y negro contrastado. Pocas fotos recuerdo en las que Bogart aparezca descafeinado o con cara de lelo, y si las veo, que las veo, suelen ser de la primera época, en la que hacía sus veces de galán, y en la que su cara no tenía ese aspecto curtido y cínico que apostilló para la eternidad. Y menos le recuerdo cara de lelo en pantalla, salvo ese glorioso flashback con croma cantoso de "Casablanca" en el que Bogart posa con una cara de tonto sublime mientras conduce con Ingrid Bergman a su lado y que siempre me provoca una risotada de las mías. Una cara, que siempre me despierta la misma duda de si es casual o es labor del gran actor que era. Una cara de tonto enamorado de los días felices de Rick e Ilsa en París, cuando Ilsa iba de azul y los alemanes de gris. Una cara de tonto que no exhibe en todo el metraje y que corroboraría mi teoría de la labor del gran actor que era.
Otro factor
importante que ha ayudado a su paso a la inmortalidad fue que los estudios
Warner a los que pertenecía lo tuvieron en caché, supongo que ayudados por el
talento que demostraba este señor, y sobre todo, el que varias estrellas de la
época como George Raft rechazaran papeles de la talla de "El Halcón Maltés",
"El último refugio" y sobre todo "Casablanca".
El talento
demostrado en estos papeles (siempre a mi parecer) que le catapultaron fue
respaldado por el buen hacer demostrado en otras películas como "El sueño
Eterno", "Un lugar solitario" (perteneciente a mi podio
particular de Bogart junto a "Casablanca" en primer lugar y quizá
"El último refugio" en tercera posición) y otras tantas como las que
hizo con Bacall, "la Reina de África", etc. Las anécdotas sobre su
carácter indómito, esos desafíos a los que sometía a los hermanos Warner para
conseguir realizar tal o cual papel amenazándoles de asistir a alguna fiesta o
premier sin los peluquines que usaba habitualmente delante de las cámaras, (muchas
fotos caseras le muestran alopécico y sin ningún tipo de complejo) esas
borracheras con Huston en el rodaje de "La reina de África" que les
llevó a no contraer la difteria que afectó a todo el equipo ya que ni Huston ni
él osaron probar el agua en todo el tiempo que estuvieron rodando, y esa voz
entre grave, nasal y autentica que ayudó a cimentar aún más su memoria. Pues
bien, todo eso y más cosas que me dejaré están ahí. Todo eso está ahí, en ese
mismo momento que miras un poster o una foto de Bogart, y él posa con esa boca
cerrada en la que no entran moscas y mira impasible mientras sostiene una
pistola, un cigarrillo, una mujer o todo a la vez. Mientras le miras y admiras
cogiéndolo como modelo referencial, aunque no sea buena idea imitarlo. No es buena
idea imitar a lo autentico, tienes que ir fabricando tu personalidad cogiendo
de aquí y de allí. Pero sí es buena idea tenerlo de referencia, sin beberte esos
cuatro paquetes de cigarrillos diarios o fumarte esa botella de bourbon diaria
o al revés.
Cuando yo nací
Bogart ya estaba inventado, mucho antes de hecho. Ya había nacido, hecho su
carrera, muerto y empezado su leyenda. Esa leyenda que cimentamos los mitómanos
hablando de él, los críticos hablando de sus películas, los periodistas
celebrando fechas de nacimiento y de muerte, las empresas de posters y grandes
almacenes metiéndonos su imagen.
El circulo está
cerrado, hay vicios e inercia, y la bola que se echó a rodar no para.
Pero aún con todo no quitemos mérito al talento, talento ayudado con suerte y
con tesón, talento que le hizo coger papeles poco simpáticos como el de
"Un lugar solitario", el de "El motín de el Caine", o el de
"El tesoro de Sierra Madre", papel repulsivo donde los haya, y que
quizá le convierta para mí en una suerte de mito clásico y moderno a la vez.
Por ser quizá la primera estrella que desde mi ignorancia amateur me venga a la
cabeza como ejemplo de coger papeles difíciles. Todos quisimos ser Rick y no ese pequeño cabrón
que muere penosamente en "El tesoro de Sierra Madre" y del que no
recuerdo el nombre. Papeles que sin embargo le acercaron al afecto de los que
vivimos esto con pasión y emoción sin que sea ningún tipo de trauma o cosa de
la que avergonzarse.
Por muchas de
estas cosas y otras que no sé o he olvidado, ha pasado este señor a la
posteridad, palabra de la que acabo de darme cuenta que viene de poster o al
revés. ¡Que venga aquí un entomólogo a decírmelo! Sí, por cosas como estás creo
que perdurará entre los mitos antiguos y los que se vayan creando. Y aunque
parte de su leyenda se haya prefabricado seguirá erguido mirándonos con su
impertérrita mirada, mientras que ese otro producto prefabricado y blandurrio
como es Justin Bieber solo perdurará en carpetas apolilladas de antiguas teenagers que las guardan como recuerdo
o como algo que les da pereza tirar.
Así que si
forzando algo para que se convierta en mito conseguimos algo como Bogart,
bienvenida sea la mitomanía, porque no defrauda con su voz peculiar, su
fotogenia a flor de piel, sus películas gigantes y las dotes de el gran actor
que fue y es cuando disfrutamos de su magnetismo en pantalla tan marca de la casa.
Good save to Rick, Steele, and Roy!
Good save to Bogart!
Guau que grande!
Fdo:
Señor
Ros en algún momento de relax de alguna de sus
misiones secretas.
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