viernes, 30 de mayo de 2025

HITOS DEL CINE "MALOTE": "ROBOWAR" (DAWN. ESTO... MATTEI, 1989)

Ya sabéis que amamos l'Italia por muchas cosas. Una de ellas y no menor, es el jolgorio que produce su cinematografía, desde por el arte elevado de algunas películas del bel paese, a la exploitation (copiar fórmulas de éxito) sin pudor de otras. Evidentemente con Robowar estamos en el segundo caso. Y uno excelso, porque en la cinta los compinches Bruno Mattei, Claudio Fragasso y Rossella Drudi se encontraban en su máximo esplendor. Si a ello le sumamos que nos topamos con actores, como Reb Brow, cuya carrera es desconcertante... solo tenemos buenas noticias, claro.

Es otra de esas pelis en las que se dice que se fumaban muchos porros y viendo los ojos de este señor... seguramente sea cierto.
De Mattei, Fragasso y Drudi hemos hablado en otras ocasiones, como cuando analizamos el "Italo-Alien", o cuando repasamos Troll 2. Sobre esta última Fragasso y Drudi (especialmente el primero) nos han querido vender la motocicletta de que querían exponer temas importantes como el de "la alimentación" o que "está a la altura de historias como las de Bacall y Bogart" (sic). Pero en Robowar no se molestan en disimular. Han declarado que basicamente vieron Depredador (Predator. McTiernan, 1987) y les gustó, bonita manera de decir que decidieron copiarla casi al fotograma. Pero no seamos injustos, que en el saco no se cortaron en introducir "fusilamientos" de Robocop (Robocop. Verhoeven, 1987) y Terminator (The Terminator. Cameron, 1984). Tres por el precio de uno. Si algo hay que reconocer a esta gente, es que ver alguna de sus pelis es meterse a velocidad X3 cultura popular "ochenter". 

 

La película se produjo por Flora Film, en realidad una "churrería" para sacar rapidamente pelis que pudieran aprovecharse del éxito de las obras estadounidenses más exitosas. Como hemos comentado más veces, y es algo que no estuvo limitado a Italia, las producciones trataban de aparentar lo máximo posible un origen made in Hollywood. Así se aumentaban las posibilidades de que algún incauto picara en el videoclub. Por eso era habitual que, al menos parte del equipo, se cambiara el nombre por otro en inglés. Y hay que reconocer que los elegían bien chulos, a lo "Max Power" de Homer. Aquí nos encontramos como director a Vincent Dawn, uno de los seudónimos más recurrentes de Mattei. Aunque tuvo más, bien elegantes, como Stefan Oblowsky, David Hunt, Pierre Le Blanc o Werner Knox. Me imagino la cara del funcionario policial que tuviera que rellenar el apartado "alias" de nuestro querido Bruno.

Ya te vale, Bruno. Ya te vale.
 
La verdadera historia de la monja de Monza (La vera storia della monaca di Monza, 1980) fue la primera colaboración (o el primer delito) entre Mattei y Fragasso. Pertenecía a la nunexploitation (Cine "de monjas". Sí, existe eso), en el que habitualmente había una importante carga erótica.

Uno de los lugares que la exploitation italiana eligió para rodar fue Filipinas y éste es el lugar en el que se perpetró Robowar. Se debió a que Ferdinand Marcos, dictador del país entre 1965 y 1986, decidió otorgar una serie de ventajas económicas y de logística (como facilitar equipamiento militar) a las producciones extranjeras que se realizaran allí. El caso más sonado es el de Apocalypse Now (Coppola, 1978), cuyo rodaje fue tan problemático que a punto estuvo de destruir, incluso físicamente, a su director, algo descrito magistralmente en el documental Corazones en tinieblas (Hearts of Darkness. 1991, Neil-Coppola, Bahr, Hickenlooper). Pero esa es otra historia.  Baste decir aquí que, aunque Robowar es posterior al gobierno de Marcos, podemos intuir cierta inercia que se mantuvo y aprovechó gente como el productor Franco Gaudenzi, colaborador de Mattei, para que esta gente elaborara algunos de sus "churros" por allí. Entre ellos Strike Commando (1987), más "homenaje" de Rambo, icono popular de la época, como es bien sabido. Pero lo importante es que fue la primera película en la que trabajaron Mattei y el actor principal de Robowar, el señor Reb Brown.

Nuestra banda de héroes y la rubia a la que se encuentran andando por la jungla, la cual maneja armas automáticas a la perfección, elabora explosivos y conforme avanza la trama está cada vez más maquillada. Se trata de Catherine Hickland, quien estuvo casada con David Hasselhoff y luego con un señor llamado Michael Knight. Es decir, con un tipo que se llama como el personaje que hizo famoso a su exmarido. A ver quien es el guapo o guapa que supera eso. Ah y canta en el álbum "Night Rocker" (Img vía Wikipedia). 
 

Brown tiene una carrera de lo más peculiar. Fue Capitán América en dos películas para televisión, participó en Más allá del valor (Kotcheff, 1983) con el director precisamente de la primera Rambo, así como en la australiana La muerte de un soldado (Death of a Soldier. Mora, 1986) por la que recibió cierto reconocimiento de la crítica. Incluso trabajó con el inclasificable, pero desde luego gran cineasta, John Millius en El vuelo del Intruder (Flight of the Intruder, 1991) aunque en un papel muy menor, siendo además una de las películas más irregulares de Millius.

Brown como "el capi". Img. Vía 13thdimension.com Abajo carátula de "Strike Commado" (ghoulishbasement.com) y más abajo carátula del videojuego Gryzor, que siempre me recuerda a este tipo de pelis.

Como ha descrito Quentin Tarantino en Erase una vez en Hollywood (Once Upon a Time... in Hollywood. 2019) era muy habitual que productoras de países foráneos a los Estados Unidos, contrataran a actores estadounidenses. Estos no estaban entre las grandes estrellas, lo que hubiera disparado los costes, pero incrementaban la pátina de autenticidad de las copias. Sucedía en películas europeas, siendo desde luego Italia uno de los lugares destacados, aunque hay casos especialmente graciosos de otros sitios, como el relacionado con Barbara Anne Constable para la indonesia Lady Terminator, o el de Richard Harrison, a quien el hongkonés Geodfrey Ho le pagaba por una película y luego le hacía aparecer, vía corta-pega, en cuatro. Imagino que si Harrison le pilla le hace al menos una "sillita eléctrica", aunque Ho es de esperar que sepa algo de kung-fu con decenas de pelis de ninjas hechas a sus espaldas (en serio).

El actor Max(imo) Laurel fue la conexión filipina del reparto. No solamente era de allí, sino que además interpretó en cine dos veces (1985-1987) al personaje de cómic Zuma, oriundo del país. Aquí nos deleita con un movimiento a lo Bud Spencer (Carlo Pedersoli), está claro que se fijó en los mejores.  
El caso es que Brown entró en las churrerías italianas con Yor, el cazador que vino del futuro (Il mondo di Yor, 1983) de mano de Antonio Margheriti, que es otro que tal. De ahí a la mencionada Strike Commando, acompañado muy significativamente de Christopher Connely, conocido en Estados Unidos por la series televisivas Peyton Place y Paper Moon, esta junto a una niña Jodie Foster. Se trata de historias paralelas a las de Clint Eastwood, quien también venía del mundo televisivo y allí se habría quedado de no ser por Sergio Leone. El problema para Brown y Connely es que no se toparon con el director de la Trilogía del dolar, sino con Margueriti y Mattei. Así es la vida, pero fijo que se lo pasaron bomba.

Aquí tenemos al actor John Dulaney ("Papa Doc"), haciendo el viejo truco de agitar mucho los brazos para hacernos creer que lo están arrastrando al fondo. Ha comentado que en la época vivía en Filipinas y no estaba precisamente en forma, mucho menos para interpretar a un soldado de las fuerzas especiales. A nadie pareció importarle.

Con respecto a Robowar, ¿qué les voy a contar? Hay risas para quien guste de este tipo de cine. No voy a hacer mucho destripe, que de eso ya se encarga el robot protagonista, Omega 1.  Además lo divertido es verla, preferiblemente con colegones, e ir comentando lo absurdo de situaciones y diálogos, que encima tratan de recordarnos a los grandes taquillazos de la época. Por otro lado esta gente sabía hacer cine en lo técnico, de modo que, a diferencia del cine "malote" a lo The Room (Wiseau, 2003), nos encontramos con buenos encuadres o fotografía, pero con señores "hipermusculados" (bueno, no todos), diciendo chorradas a un nivel bastante más desconcertante que las presentes en los blockbusters. No sé a ustedes, pero para mí esto es de las cosas que me provocan alegría de vivir. Así que, muchas gracias a los que contribuyeron a crear esto, que no todo el mundo nos trae parabienes. Y como siempre digo en estos casos, Viva l'Italia!  

En la época se llevaban mucho las peceras, así que nuestros amigos nos lo hacen saber. Arqueología vía cine. En realidad el ¿diseño de producción? es una de las "virtudes" de la película. Al respecto, el top celeste que le encasquetan al pobre Brown es uno de los mejores momentos. No, no pretendía ser una comedia.  


También son gloriosas las tácticas avanzadas de guerrilla que usa esta gente, como usar hojas muy "tochas" para esconder el arma mientras andan. Pero solo el arma, nada más.



Entre las escenas calcadas sin pudor de Depredador, la de disparar sin ton ni son a la jungla. El hombre del primer plano era Romano Puppo, quien se comenta fue el que estuvo dentro del traje del Predator-Robot la mayor parte del tiempo, aunque no está claro. Abajo, degustando más hierba de la comarca (suda mucho y su mirada es de las más enrojecidas del reparto). Ah, fue doble de Lee Van Cleef en "El bueno, el feo y el malo" (1966) Más abajo, Omega 1 a tope. 


Lo del robot es alucinante, entre otras cosas por su escasa capacidad visual (abajo), lo que (supongo) explica, su torpeza, por lo demás bastante aleatoria.


No se van a creer lo que me costó este "pichorro". Pues lo mismo que a ustedes ver Robowar, que está conservada en archive.org Miren en los enlaces de abajo, que saltarán por los aires de alegría. 


 

 
¿QUIERE SABER MÁS?

—"Robowar" conservada en Archive.org: 

https://archive.org/details/robowar-1988

—Pódcast sobre "Robowar":

https://www.ivoox.com/11-x-33-cine-malote-robowar-o-solo-audios-mp3_rf_146760164_1.html 

 —Pueden ser de interés los siguientes libros, el primero sobre el cine de explotación italiano relacionado con la Ciencia ficción, y el segundo sobre el género western, en el que el crítico Carlos Díaz Maroto no sólo habla de este género realizado en Italia, sino en general y, entre otros lugares, también en España ("cocido western"):

 SALAS , A. (Coord.) Apocalypse Domani. La década dorada de la exploitation italiana de Ciencia ficción (1977-1990). Barcelona: Hermenaute, 2019.

DIAZ MAROTO, C. Cine del oeste. De la A a la Z. Madrid: Jaguar, 2010.

Este artículo está bajo licencia Creative Commons (Atribución-Compartir igual)

Hitos del "cine malote": Robowar (1989) © 2025 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0  


LIBRO RECOMENDADO POR PODCALIPTUS, PORQUE "MOLA ARMA DE CLÉRIGO". ES DECIR, "MAZO"

 

martes, 27 de mayo de 2025

PUBLICACIONES "DE ANTAÑO": LA "MICROMANÍA" (1985-2024)

Si durante los años 80 en España tenías edad suficiente como para que te gustaran los videojuegos, el formato sábana de una publicación periódica no lo identificabas con el New York Times, ni siquiera con su contrapartida (muy) de andar por casa, el «Heraldo de Aragón». Lo que te doblabas bajo el brazo mientras te ponías sonriente un cigarro de chocolate (por entonces legales) en los morros, era la "Micromanía". Ahora tal vez le des chupadas a otro tipo de cigarrillos de chocolate, pero sigues recordando con añoranza esas páginas grandísimas llenas de videojuegos, listas de pokes y hasta relatos o reportajes sobre pelis e ¡incluso! programas televisivos. Pues sí, lo mismo podías alucinar con todo lo que prometía el The Secret of Monkey Island que asombrarte con los secretos de ese programa lleno de gente "adulta" que era "La quinta marcha". No se podía pedir más, de veras que no.


"Micromanía" comenzó en el seno de Hobby Press, algo después del inicio de la también añorada y exitosa MicroHobby, que estuvo en activo de 1983 a 1992 y llegó a vender en algunas semanas la friolera de 100.000 ejemplares. Palabras mayores que revelaban la salud del sector. La matriz fue fundada en 1981 por el peculiar periodista Jose Ignacio González-Centurión, quien tras su paso por medios como TVE, "El País" o "La gaceta ilustrada", aprovechó la indemnización que le dejó el cese en alguno de esos trabajos para ponerse a editar sobre cosas verdaderamente importantes, como nuestro tiempo libre. A veces se nos olvida que deberíamos vivir —entre otras cosas— para pasarlo bien, y este hombre estuvo en ese sentido muy lúcido con revistas como "Gigantes" o "Estrellas del baloncesto" (dedicadas al mundo del basket), "RC Model" (modelismo). En el mundo de la informática se hizo cargo de diversas publicaciones como las ya citadas, o "PC Manía", "Hobby Consolas" u otras más desconocidas y de trayectoria más breve como "Amstrad Personal" o "MicroHobby Amstrad Semanal", centradas en el adorado ordenador en aquellos momentos —con permiso del Spectrum o MSX—, creado por la empresa de Alan Sugar. La figura de González-Centurión daría para novela, serie o película, con conocidas historias como cuando se le ocurrió coleccionar loros y llevaba uno en el hombro a lo bucanero de tierra firme. Parece ser que cuando el pobre pájaro se aburría en las reuniones saltaba a la mesa y le daba por partir lápices ante la atónita mirada de los presentes. También estuvo, en gran medida, detrás del legendario PC Fútbol cuando unió fuerzas con los hermanos Ruíz de Dinamic para crear Dinamic Multimedia. Es una empresa que acabó como el "Rosario de la Aurora", pero que es también historia de la informática sobre todo a través del señalado PC Fútbol que te permitía coger al Hércules C. F. y (tras repetir unos cuantos partidos, que nos conocemos) ganar la Champions e ir de cabeza, tras todas las horas invertidas en fichar a Bebeto, a repetir 2º de BUP. Es otra historia, pero este hombre fue mítico (para bien y para "regulero", incluidos problemas legales). Un verdadero emprendedor. «EmPREDER» sí se puede, como ponía en un cartel de la cámara de comercio de mi ciudad (True Story)

En cualquier caso, y pese a que Micro Hobby estaba funcionando realmente bien, se decidió desde Hobby Press poner en marcha en 1985 otra revista, en este caso mensual, dedicada a los videojuegos. Sobre el motivo nos pone en la pista Amalio Gómez, quien estuvo trabajando en varias cabeceras de la empresa: «Micro Hobby tenía mucho de programación, tenía secciones hasta de código máquina, y era el momento de lanzar otra revista solo para juegos, y de todos los formatos: Spectrum, Amstrad, Commodore» (1). Nacía así la «Primera época» de la Micromanía, con una revista de 83 páginas y una portada dedicada, casi nada, al Jet Set Willy. A la vez, marca de la casa, reportajes sobre temas que se pensaba podían ser interesantes, como el coche eléctrico inventado por Clive Sinclair conocido como C5 (que incluso se sorteaba para los suscriptores, lo malo es que como se te ocurriera ponerlo en la calle, el primer agente de la Benemerita que te atisbara: 1) iba a quedarse "patidifuso" y 2) Te iba a meter un paquete que «siba usté a cagar»). Si es que no paraba de inventar, el tío Sinclair. Desde esa primera etapa ya quedaron establecidas secciones para el recuerdo como el "Patas arriba" o solución completa de un juego; "Arriba y abajo", una clasificación basada en las ventas de algunos títulos relevantes y en la opinión de la redacción y progresivamente de los lectores; "Doña Tecla" (o más bien "Don infierno", con esos listados eternos en BASIC para "programar" algún juego chusquero tipo Come Manzanas; como para que te equivocaras en un "numerico" y luego atrévete a encontrarlo después de tres horas aporreando el teclado). 

Bromas aparte, lo cierto es que fue una revista que desde el principio gustó al público objetivo, con su colorido, desenfado (muchos de los redactores eran también chavales jugones) e información, incluyendo la necesaria para acabarse videojuegos de la época prácticamente imposibles como el Abu Simbel Profanation (los desarrolladores llegaron a ofrecer una recompensa de ¡50.000! "pelas" a quien se lo acabara primero) o La abadía del crimen (en gran medida por el recorrido del laberinto de la biblioteca antes de que se te acabara el aceite del candil). De hecho, fue gracias al mapa que se incluyó en la Micromanía por lo que yo me pude acabar años después con mi primo este maravilloso título, que adaptó fielmente, por el buen hacer de Paco Menéndez y Juan Delcán, nada más y nada menos que en un videojuego de 8-bits la novela de Umberto Eco El nombre de la rosa. En definitiva se perfilaba ya como una revista divertida, pero orientada hacia (y en gran medida hecha por) "jóvenzanos" que se lo pasaban pipa con los videojuegos. El subtítulo "solo para adictos" con el que muchos la conocimos empezó a hacerse famoso. Nacía una leyenda.


Tras 35 números, a mediados de 1988 llegó la que para muchos —entre los que me incluyo— fue la edad dorada de la "Micromanía", la segunda época. Se perdió calidad en el papel, pero se bajó el precio a 175 pesetas (desde las 250 iniciales) y se adoptó el famoso formato "sábana" que nos enamoró. El primer número, de una forma poco casual, eligió como juego destacado «Turbo Girl» que tenía una espectacular portada de Luís Royo con reminiscencias a uno de esos comerciales de la época que nos ponían nerviosillos, el de «Busco a Jack’s, ziiiiiiip». Sin embargo, la primera que yo adquirí fue la número once (que orbitaba nada más y nada menos que en torno al Double Dragon), tras acordar con un compañero de clase que nos alternaríamos cada mes para adquirir la publicación. A partir de ahí el locurón con secciones impresionantes como "Maniacos del calabozo" por Ferhergon, quien contribuyó en parte a que me adentrara en el fascinante mundo del rol con sus análisis ácidos y no exentos de humor de los títulos del género. Siguiendo la estela de este, llegó a haber también secciones específicas de simuladores de vuelo, de aventuras gráficas y de títulos de estrategia). También gracias a la revista, pudimos contemplar hitos de la infomática como  la progresiva llegada de los 16-Bits a través de obras de arte como The Secret of Monkey Island (aún recuerdo leer los primeros análisis de este título y soñar con jugarlo. Hasta entonces y mientras ese momento no podía llegar, volvía a leer la revista, que era la solución «pa» pobres); el asentamiento de los FPS a través de la llegada arrolladora de Doom; o el cuidado que la franquicia Star Wars ponía en esa época en la elaboración de sus videojuegos a través de nombres como el «X-Wing». Cuando por lo que fuera no podías jugar a esas maravillas, la Micromanía estaba allí para hacerte ya soñar con ellas. Pero es que además podías leer relatos de Ciencia ficción que te dejaban con "el culo torcido" , algo que contribuyó a despertar mi interés por el género. Aún soy consciente de como me marcaron textos como el protagonizado por un chaval que entraba en una simulación virtual de época medieval y lo mataban en una emboscada, o aquel en el que los "malos" de los videojuegos eran seres pensantes a los que aniquilaban una y otra vez. Pero además en "Panorama" te ofrecía artículos sobre pelis. Por ejemplo El Padrino 3 cuando la estrenaron, contando la intrahistoria de un proyecto que Coppola había prometido no hacer. Bueno, Francis, no es tan mala. Incluso programas de televisión, amén de, en algunas ocasiones, entrevistas a gente como la cantante Alaska («La vida es como un videojuego» destacaba) o uno de los responsables de FX del film de Cameron Terminator 2, es decir, la obra que cambió la historia de los efectos digitales para siempre, y que —por cierto— me cayó mal porque dijo en la susodicha entrevista que no le gustaban los videojuegos. ¡Anatema!


Llegó la tercera época y poco a poco la revista, tristemente pero en cierta forma por ley de vida, empezó a dejar de desempeñar el papel central que había jugado en las existencias de muchos niños y adolescentes en España. Lectores, creadores e industria ya no eran tan inocentes. Del encanto de un mercado en el que podías destacar con un programador, un grafista y una buena idea, habíamos ido llegando progresivamente (en un recorrido que se puede rastrear en la segunda época) a la industria capaz de mover más dinero que la música y el cine, con todos los intereses que eso genera. Las grandes empresas iban fagocitando al pez pequeño y, aunque fue una época en la que también llegaron verdaderas obras de arte (algo que siempre ha ocurrido en el mundo del videojuego), los estudios pequeños desaparecían por doquier y las publicaciones locales tenían poco músculo para con un público posiblemente no tan ilusionado y que, tal vez como causa principal de caída de ventas, podía empezar a buscar información en un nuevo mundo inabarcable: Internet. La tercera época apareció en 1995 y solo tres años después el potente grupo alemán Axel Springer SE (editores del tabloide Bild o del conservador Die Welt, pero con una importante sección dedicada también aficiones o motor con, por ejemplo, Auto Bild) se hizo con Hobby Press, estando Gómez-Centurión volcado —con un montón de giros de guion— en el PC Fútbol y facturando todavía 2.500 millones de pesetas anuales, por lo que aún supo aprovechar la venta en un momento en el que el grupo aún era potente (2) incluyendo en la transacción a ·Hobby Consolas· (que sigue en el seno del grupo alemán) y "Micromanía", la cual fue conociendo un progresivo aumento de precio. Por ejemplo el precio era de 595 pesetas cuando empezó a incluir, a partir del número 6, un CD con demos o reportajes, añadido que acabó siendo un DVD con juegos completos. Para el que suscribe ya no era lo mismo en una época en la que la lectura de la "Micromanía" había que compaginarla con el "salir por ahí". Con todo, aún tuve un momento de nostalgia hace unos años cuando en época del Diablo 3 me la encontré y decidí volver a adquirirla. Aguanté ocho o diez números. Los tiempos y la vida cambian y hay que aceptarlo. Hasta el impactante subtítulo de «solo para adictos» se transformó. Ahora se miran más esas cosas, a veces para bien y a veces no tanto, y el famoso lema se fue, desde el 2002,  Solo para adictos al PC, La revista para el jugador más exigente, hasta el último "descafeinadete" —en mi opinión— La revista de jugadores para jugadores.  


Axel Springer SE se desembarazó de ella en el 2012 para centrarse en "Hobby Consolas", la cual incluyó a partir de ese momento análisis en el mundo de los ordenadores. Varias noticias se hicieron eco de la posible desaparición de la legendaria revista, pero supieron seguir manteniéndose bajo el paraguas de Blue Ocean Publishing, compañía de la que no se conoce mucho. Finalmente, tras un tiempo de venta exclusiva en las tiendas GAME (compañía británica que en España se hizo con Centro Mail), se anunciaba en redes sociales el cierre definitivo de la una cabecera que, para muchos, había desaparecido de sus vidas tiempo atrás.



Un legado de décadas contemplan su historia. Agradezco el esfuerzo a todo el mundo que ayudó a forjar su recorrido,  pese a las polémicas que ya hubo en su momento álgido, como acusaciones de inflar demasiado las notas o que Gabriel Nieto —quien había sido director de la desarrolladora Topo Soft— pasara a ser responsable de la revista. Por los viejos tiempos, en los que cada vez que caía en nuestras manos, esbozábamos una sonrisa. Un logro solo al alcance de un puñádo de obras.


(1) Recogido en MARTÍNEZ, 2016 (pp. 47-48).

(2) El País (12 de Mayo de 1998)


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Publicaciones "de Antaño": La "Micromanía (1985-2024) © 2025 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0


¿QUIERE SABER MÁS?

—Historia de la revista en formato pódcast:

https://www.ivoox.com/11-x-25-la-revista-micromania-1985-2024-trayectoria-audios-mp3_rf_142848165_1.html

Por suerte en España empieza a haber una bibliografía de calidad sobre la época en la que la Micromanía nació y se asentó. De los que he leído, me parecen muy recomendables el relacionado en (1) MARTÍNEZ, D. De Micro Hobby a You Tube. La prensa de los videojuegos en España. Palma de Mallorca: Dolmen, 2016 o, por ejemplo ESTEVE, J. 8 Quilates. Una historia de la Edad de Oro del software español. Barcelona: Star-T Magazine Books, 2012. En dos volúmenes, ambos magníficos y que se leen en un suspiro, abordando conjuntamente de 1983 a 1992. Esteve escribe también artículos, por ejemplo en «El Confidencial», sobre Hobby Press u otros temas de informática. Merecen leerse, por ejemplo estos, dedicados al PC Fútbol, hablando sobre Gómez-Centurión y otras historias interesantes:

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2016-06-25/pc-futbol-videojuegos-dinamic-multimedia_1222799/

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-03-19/pc-futbol-dinamic-multimedia-game-boy_730670/

Blog de Ferhergon (sí, ese Ferhergon):

https://ferhergon.blogspot.com/

Noticia que temía por el cierre de Micromanía tras el objetivo de Springer de venderla:

https://www.mundogamers.com/noticia-y-micromania-cambio-de-manos.903.html

Noticia que se hacía eco de la compra de Hobby Press por Springer y referenciada en (2):

https://elpais.com/diario/1998/05/12/sociedad/894924011_850215.html

Noticia que informaba que «El grupo 16 denuncia por plagio a HobbyPress» por la publicación de la revista «Estrellas del baloncesto»:

https://elpais.com/diario/1987/10/06/sociedad/560473207_850215.html


LIBRO RECOMENDADO POR PODCALIPTUS PORQUE MOLA "ARMA DE CLÉRIGO". ES DECIR, "MAZO":









sábado, 24 de mayo de 2025

PUBLICACIONES "DE ANTAÑO": "HISTORIA 16" (1976-2008) [Vídeo, así como nueva información sobre el número 1].

Seguimos trayendo publicaciones que han tenido relevancia cultural y política en España, pero que son poco analizadas. Si en otra entrada le dedicábamos un artículo a "Cuadernos Historia 16" (1985) ahora le toca el turno, en formato vídeo a su predecesora "Historia 16", fundada en 1976 por el periodista Juan Tomás de Salas tras su exilio en Colombia, Francia y Gran Bretaña. Fue un proyecto junto al analista de conflictos internacionales David Soler, con quien además editó los "Cuadernos", magnífica colección aún con parámetros actuales y en la que supieron delegar en historiadores de prestigio. Por otro lado la publicidad de la revista nos sirve como ventana a la época. Una joya que se puede apreciar en el análisis en vídeo de nuestro canal y que también puede verse en esta misma entrada, más abajo.

Por otro lado, casualidades de la vida, la misma semana que publicábamos el vídeo, encontramos en una librería a punto de cerrarse por jubilación, el número uno de la colección. Se trata evidentemente de un ejemplar muy especial. Su tema principal está centrado en uno de los grandes temas tabú del franquismo: las negociaciones que se produjeron para intentar salvar a José Antonio Primo de Rivera del fusilamiento por las autoridades republicanas. Todos los historiadores de prestigio coinciden en señalar que esas negociaciones fueron torpedeadas por Franco, muy "cuco" en palabras de algunos de sus compinches en la sublevación, ya que así se quitaba de encima a un rival político. De modo que "Historia 16" comenzaba de manera valiente tratando temas muy comprometidos en la España de la época, de modo que no es de extrañar que en 1977 una de las principales cabeceras del grupo, el "Diario 16", fuera secuestrado por una denuncia de Fraga (referencia aquí). En próximos días realizaremos un escaneo completo de ese número inicial, para que todo el mundo lo tenga a su disposición, pero de momento hemos considerado oportuno poner en esta entrada varias fotos, incluyendo la editorial de la publicación, que expone los motivos (con el título "La Historia perdida) por los que el grupo "Cambio 16"  le dio tanta importancia a la disciplina histórica.









viernes, 16 de mayo de 2025

PUBLICACIONES DE ANTAÑO: "CUADERNOS HISTORIA 16" (1985)

 Ya sabéis que para aquellos a los que nos gustan los libros antiguos, hay publicaciones que te suponen una alegría especial cuando las encuentras. Estás husmeando entre pilas de hojas amarillentas cuando de repente aparece algo que te hace viajar al pasado, sin paradojas y sin tararear "Soy mi nuero", fantástica canción de "Los gandules"  que me viene a la cabeza cada vez que veo un capítulo de la serie alemana Dark. Muchos tenemos un cosquilleo especial cuando nos encontramos un Elige tu propia aventura que leímos de niños, un módulo de algún desaparecido juego de rol, o un Don Miki que teníamos de infantes y que acabó hecho fosfatina en una limpieza parental de "trastos". Es entonces cuando ponemos cara de póquer, intentamos controlar el tembleque provocado por la taquicardia y nos acercamos al responsable del establecimiento para preguntarle como quien no quiere la cosa "¿a cuanto tienes esto?", esperando que no nos pida un mínimo de cincuenta euros por cualquier producto viejuno. Y es que la nostalgia ha conocido más especulación que la costa levantina. Sin embargo es poco frecuente que una publicación a la que le teníamos cariño hace décadas siga aguantando como un titán canoso en la actualidad. Pues este es el caso de la revista que me ocupa hoy: los trescientos numeracos de "Cuadernos Historia 16".


De hecho, me he animado a escribir este artículo tras buscar información y encontrar poco más que algún listado de la colección. "Cuadernos" fue una publicación que nació al abrigo de lo que acabaría siendo en los 80 el "Grupo 16", evolución mediática del semanario Cambio 16, fundado en 1971 por el periodista Juan Tomás de Salas tras su exilio en Colombia, Francia y Gran Bretaña. Proyecto que emprendió junto a otros 15 socios, de ahí ¡tachán! el 16, al que siguió "Diario 16" (1976) y curiosamente antes que este, "Historia 16" (1975), que descansaba sobre el periodista especializado David Solar y fue el antecesor de los "Cuadernos". Queda claro que, desde sus inicios, el conglomerado otorgó bastante importancia a la disciplina histórica.


No es este el lugar para contar el desarrollo de "Diario 16", pero cualquier persona interesada en la prensa y política en España seguro que encuentra interesante su devenir, habiendo tenido como directores a figuras polémicas como Miguel Ángel Aguilar o Pedro J. Ramírez, sufrido atentados (por el GRAPO en 1977), denuncias de presiones constantes por el poder, así como el secuestro de algunas ediciones (por ejemplo, como se hacía eco «El País» el 12 de junio de 1977, a resultas de una denuncia de Manuel Fraga y José María Ruíz Gallardón). Vamos, que como es mucho lío saber si eran «fachas» o «rojos» para ponerlo en "X", me ahorro el esfuerzo. Lo que sí podemos decir con seguridad es que por lo menos en los artículos de «Historia 16» eran frecuentes las notas, bibliografía, ilustraciones de interés y hasta tablas estadísticas. Algo muy de agradecer y que hace que muchos números sigan siendo útiles a día de hoy.


La cuestión es que de vez en cuando la revista sacaba algún número específico sobre temas concretos. Ese será el espíritu de "Cuadernos Historia 16" en un grupo que publicaba muchísimo, desde cabeceras regionales a colecciones más pequeñas (como "Historia del franquismo" o "Historia de la transición"). Así, Cuadernos fue una colección cerrada de 300 números y no habría hasta diez años después con muchos menos ejemplares, otra similar en la empresa. Cada ejemplar estaba dedicado a un tema, que era encargado a un especialista (o equipo) patrio o de fuera de nuestras fronteras. Y aquí me pongo en pie con la mano en el corazón: el análisis histórico era el espíritu de la revista matriz "Historia 16" pero llevado a la máxima expresión, incluyendo una maravillosa marca de la casa: casi todos los números incluían textos  enmarcados en el periodo tratado. ¡Fuentes primarias! La lagrimica se me cae, oigan.








Había veces que se dedicaban dos (y hasta tres) números a una cuestión. Por supuesto, la colección tuvo muy presente asuntos españoles. No les voy a engañar, hay algunos tratamientos que me chirrían, pero ¿sorprendentemente? la mayoría de los enfoques son bastante objetivos y se pueden leer de maravilla actualmente.



En fin, que son de estos textos antiguos que me atrevo a recomendar en cualquier caso. Tienen el valor de recuerdos para algunas generaciones, entre las que se cuenta la mía, pero -como señalaba antes- siguen siendo útiles como aproximación seria por expertos, con textos históricos y material de apoyo, a los temas que abordan. Algo que no ocurre siempre, ni siquiera en ensayos actuales (donde la cronología, bibliografía e índices onomásticos tendrían que ser obligatorios). Háganse un favor, y si ven alguno, sobre todo de algún asunto que les interese, pregunten al librero a cuanto lo tiene. Pero ya saben, disimulen. Aunque suelen estar baratos, tal vez eso vaya cambiando.

Adenda: pero como la nostalgia siempre nos gusta porque somos unos tiernos, ahí va un poco de la publicidad que se veía en «Cuadernos» y que también sirve para analizar a una sociedad ya pasada: la de la propia aparición de la publicación. Aunque podemos comprobar que aún hay asuntos que nos quedan por superar, como el maltrato animal presente en las corridas de toros, las cuales tenían suplemento propio en el "Diario 16" de los martes.












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Publicaciones de Antaño: Cuadernos Historia 16 © 1999 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0


LIBRO RECOMENDADO POR PODCALIPTUS PORQUE MOLA "ARMA DE CLÉRIGO". ES DECIR, "MAZO":


¿QUIERE SABER MÁS?

Como comento, no hay mucha información sobre esta colección y lo mejor es leerla directamente. Pero más allá de la Wikipedia, que tiene cosas que están muy bien, algún enlace hay de interés:



FARIAS BATLLE, E. «16 años de Diario 16». Centrado en el diario pero con mucha información sobre el grupo en general, su historia y cuestiones económicas. Lo he encontrado ameno e interesante y cuenta con una bibliografía que bastará a quien quiera saber más. Consultado en:

https://www.academia.edu/12634421/16_a%C3%B1os_de_diario_16


«Secuestradas dos ediciones de Diario 16» El País, 12/jun/1977:

https://elpais.com/diario/1977/06/12/sociedad/234914403_850215.html


«El Grupo 16 creó siete nuevas publicaciones en 1987» El País, 5/julio/1988:

https://elpais.com/diario/1988/07/05/economia/584056814_850215.html


En nuestro pódcast hemos tratado el tema de publicaciones antiguas, incluida "Cuadernos Historia 16":

https://www.ivoox.com/podcaliptus-8-x-06-interesantes-publicaciones-antano-audios-mp3_rf_75696888_1.html