lunes, 10 de noviembre de 2025

"BÚSQUEDA ESTELAR" (F. Pohl - C. M. Kornbluth, 1954)

Los aficionados a la Ciencia ficción tenemos a Mercaderes del espacio, con razón, como uno de los hitos del género. Sin embargo el resto de obras que escribieron conjuntamente sus dos autores, Cyril Kornbluth y Frederik Pohl, son mucho más desconocidas. En este artículo analizaré una de ellas, Búsqueda estelar (Search the Sky), escrita en 1954 y que aporta valiosa información sobre la crucial década de los años cincuenta para la narrativa de anticipación, así como sobre los temas claves en la producción general de sus autores.


Portada y contraportada de la presumiblemente única edición española de Búsqueda Estelar, en la colección "Infinitum" de la editorial Ferma (1966). Ilustración por Enrich (Enric Torres Prat).



Como era frecuente con Pohl, Search the Sky apareció originalmente en la editorial estadounidense Ballantine. El autor nos cuenta en sus memorias, tituladas The Way the Future Was, que fue el sello que decidió apostar por él, teniendo en cuenta que otras empresas más consagradas no quisieron apoyar su incipiente carrera como escritor pese a su ya asentada experiencia como agente y editor desde los años 40:


"Consigné (el libro Mercaderes del espacio) a todas las editoriales [relacionadas con la Ciencia ficción]  de los Estados Unidos, una a una (...) y una a una lo rechazaron (...) lo que encontré fue un editor poco profesional. Su nombre era Ian Ballantine"


Las memorias de Frederik Pohl, publicadas en 1978, son imprescindibles para cualquier investigador de la Ciencia ficción, al menos en lengua inglesa.


El otro factor que convirtió a Pohl en escritor fue precisamente su colaboración con Kornbluth. Desesperado el primero por su bajo ritmo a la hora de escribir —calculaba que necesitaría un par de años para concluir el texto que estaba escribiendo, Fall Campaign, aprovechó una visita del segundo a su residencia para darle el empuje definitivo:


"Tuvimos invitados en casa. Cyril Kornbluth y su esposa encinta, Mary, vinieron (...) naturalmente él era uno de mis clientes (...) le mostré mi fragmento de veinte mil palabras. Charlamos un rato sobre como iba. [Cyril] se llevó el manuscrito , y cuando le vi de nuevo había reescrito las veinte mil palabras y añadido una completamente nueva sección central (...) el conjunto apareció serializado en "Galaxy" como Gravy Planet". (2)


Este fue el germen de Mercaderes del espacio, que solo a la altura de 1978, cuando se escriben las memorias de Pohl, había vendido ya diez millones de ejemplares; así como de la colaboración entre Pohl y Kornbluth para escribir conjuntamente varias novelas hasta la temprana muerte del segundo en 1958, con tan solo 34 años. El siguiente libro fruto de esta alianza será Búsqueda Estelar, publicado un par de años después que Mercaderes del espacio. (3)


Mercaderes del espacio es una de las obras más vendidas y traducidas del género. Los derechos audiovisuales reportaron así mismo beneficios a sus autores, pero nunca han sido materializados en una película (aunque sí en radionovela). La secuela, The Merchants' War, es mucho más tardía, escrita por Pohl en solitario, y bastante desconocida.


En ambas obras se aprecian las inquietudes políticas de los autores, preocupados por las fallos sistémicos de un mundo que tras la II Guerra Mundial conoce a los Estados Unidos como nueva potencia hegemónica. Ambos estaban imbricados en una filosofía del género, la representada por el movimiento "Futuriano" al que habían pertenecido, que aspiraba a denunciar los problemas sociales de su presente para evitar catástrofes seguras del futuro. Por supuesto su propia trayectoria personal contribuyó a esta perspectiva, con Pohl habiendo trabajado en publicidad y muy consciente del "turbocapitalismo" que se estaba asentando como una de las características claras y más problemáticas de la estructura socioeconómica mundial. Por otro lado provenían de sectores que, habiendo buscado respuestas en la ideología comunista, se habían sentido desengañados por la misma. Al menos por la representada por su propio hegemon, la Unión Soviética.(3) Por tanto tenían muy en cuenta dos amenazas para el individuo como sujeto político: la representada por una filosofía del trabajo alienadora y explotadora, así como la proveniente de una doctrina de pensamiento único. 


Los elementos troncales de la narrativa de Pohl y Kornbluth aparecen en Mercaderes del espacio  a través de los avatares de su protagonista, un alto ejecutivo que cae en desgracia y debe sufrir en sus propias carnes la vida miserable de millones de desfavorecidos. El fondo va a ser similar en Búsqueda Estelar pero con una trama diferente, más apoyada en tradiciones literarias seculares, como la de Jonathan Swift y su imprescindible, también para la Ciencia ficción, Los viajes de Gulliver


Primera edición (1726) de Los viajes de Gulliver por el dublinés Jonathan Swift. Su influencia en la Ciencia ficción es indudable y el carácter satírico de la obra también está presente en autores como Pohl o Kornbluth. Imagen de Dominio Público vía Wikicommons.



En el caso de Búsqueda Estelar nos vamos a encontrar con Ross, comerciante del planeta Halsey, encargado de usar una nave espacial con tecnología superlumínica y descubrir así el motivo por el que la civilización humana parece estar en declive. La misión le llevará a otros mundos, e incluso a la Tierra, que en el universo de la obra se nos presenta como incomunicada desde hace siglos y portadora de una aureola mítica. Cada una de las paradas de Ross, en planetas con organizaciones políticas diversas (una gerontocracia, una sociedad matriarcal, otra estratificada genéticamente y un mundo con severos problemas educativos así como demográficos) le dará información, amén de unos cuantos peligros para su integridad física, sobre las causas del riesgo de extinción de la humanidad:  la pérdida del pensamiento crítico, la explotación laboral y la anulación de las libertades individuales.


Búsqueda estelar dista de ser una obra maestra, pero puede constituir una lectura más que agradable si se tienen en cuenta diversas salvedades. Entre los aspectos más débiles está el de construirse sobre una estructura formal, así como de fondo, poco novedosa, incluso para los estándares de la época (el explorador sorprendido por la estructura social de los mundos que visita) y ofrecer algunas temáticas que pueden resultar incómodas para ciertos estándares ideológicos actuales (por ejemplo presentar un matriarcado como gobierno tiránico) (5); entre los elementos positivos contamos con un ritmo eficaz (Pohl y Kornbluth estaban agraciados con una prosa ágil y poco pesada) así como, teniendo en cuenta las prevenciones señaladas, demostrarse como importantes representantes de la Ciencia ficción más útil, la que alerta de los peligros reales que nos acechan. En gran medida la década de los cincuenta del siglo XX es la del asentamiento de algunos importantes problemas que seguimos sufriendo (esquilmación desequilibrada de recursos, alienación, desigualdad social), de modo que el género de anticipación, eficaz por sus características para el análisis social, fue de los primeros en señalar esos peligros. Desde otra perspectiva, en obras como Search the Sky podemos apreciar como la "Nueva Ola" de los 60, más preocupada por el aspecto identitario, encontró alguna de sus primeras referencias en la narrativa de Ciencia ficción de la década anterior, que empezaba a alertar sobre temas como los relacionados con la investigación genética y su aplicación. El legado de esos años centrales del siglo, incluso puede llegar mucho más allá y no es nada casual que una posible influencia (tal vez indirecta) de la película El show de Truman (The Truman Show. Weir, 1998) se encuentre en el relato de Pohl El tunel bajo el mundo, de 1955. 


En España Búsqueda Estelar apareció publicada en la pionera "Colección Infinitum" de la editorial Ferma (1966), que se ha definido como "mixta" al publicar obras de autores foráneos, como es el caso, y autóctonos que en ocasiones utilizaban seudónimos anglosajones por motivos comerciales, como Max Cardiff (Enrique Martínez Fariñas). En la portada de la edición nos encontramos con la ilustración del gran artista Enrich (Enric Torres-Prat) a quien hay que agradecer que refleje bien a algunos de los personajes principales del texto, algo que no siempre ocurría. A no ser que esté equivocado, ha sido la única edición española de la obra, lo que hace de la publicación por Ferma una pequeña joya, con una traducción en la que no he detectado problemas más allá de unas pocas erratas, comprensibles para su momento.


Créditos y primera página de la edición española, con reconocimiento del traductor (Giménez Sales) y el ilustrador, algo no tan frecuente en aquellos años.


En conclusión Búsqueda estelar no es un hito literario y desde luego presenta problemas para un público generalista actual. Sin embargo puede ser gratificante para el aficionado de la Ciencia ficción más clásica, para el interesado por la vertiente pulp del género, para el historiador de la cultura del mundo contemporáneo y para el estudioso del devenir del género de anticipación en la segunda mitad del siglo XX.


Otro de los tomos de la colección "Infinitum", en este caso con autoría de Domingo Santos (seudónimo habitual, no anglosajón, de Pedro Domingo Mutiñó) y de nuevo con ilustración de Enrich. 


NOTAS:

(1) Pohl (1978, pp. 195-196).

(2) Pohl (1978, pp. 194-195).

(3) Me refiero a la edición serializada de Mercaderes del espacio, que se publicó en la revista "Galaxy" en 1952 como Gravy Planet. Como tomo único, con el título The Space Merchants, apareció en 1953 editado por Ballantine.

(4) Deckard (2021).

(5) Con todo, la persona entendida en contexto histórico en relación con la crítica artística, es consciente de dos elementos clave al respecto: comprender la obra como hija de su época y que todo movimiento social, incluidos los útiles y necesarios (como la ecología o el feminismo) cuentan con alas agresivas que pueden tener consecuencias desagradables e incluso contraproducentes para sus propios fines. El análisis de obras como Búsqueda estelar debe tener en cuenta estos factores, al menos si se quiere hacer desde parámetros historiográficos. 


¿QUIERE SABER MÁS?


—CAVEDA, A. Infinitum. En "Sitio de Ciencia ficción" (06/01/2019). Disponible en el siguiente enlace:

https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20190106.htm


—DECKARD, V. Figuras clave de la Ciencia ficción. Frederik Pohl (1919-2013) en Podcaliptus.com (16/03/2021). Disponible en el siguiente enlace (9/10/2025):

https://blogcaliptusbonbon.blogspot.com/2025/10/figuras-clave-de-la-ciencia-ficcion.html


—POHL, F. The Way the Future Was. Nueva York: Ballantine-Del Rey Books, 1978.


—POHL, F. The Merchants' War.  Londres: Futura, 1986.


—POHL, F. y KORNBLUTH, C. M. Búsqueda estelar. Barcelona: Ferma, 1966.

 

—POHL, F. y KORNBLUTH, C. M. Mercaderes del espacio. Barcelona: Minotauro, 1988 (reimp, 1994).


El texto de este artículo, así como las imágenes propias, se acogen a licencia Creative Commons 4.0. (Atribución-compartir igual).

"BÚSQUEDA ESTELAR" (F. Pohl - C. M. Kornbluth, 1954) © 2025 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0




domingo, 26 de octubre de 2025

BIOGRAFÍAS PARA ENTENDER LA SOCIEDAD: TRUMP Y "THE APPRENTICE" (ABBASI, 2024)

Uno de los debates clásicos entre los historiadores es acerca de la utilidad del género biográfico. Con posturas muy marcadas a lo largo del tiempo, desde la tradicional conservadora de considerar a las "grandes figuras individuales" como motores históricos, hasta la proveniente de la sociología marxista de señalar cualquier papel individual como despreciable a la hora de explicar transformaciones sociales. En la actualidad el consenso se situa en tomar a la biografía, que puede ser de personas corrientes (microhistoria), como útil en tanto en cuanto nos sirva para comprender mejor la sociedad en la que el personaje estudiado se inscribe. Así en las últimas décadas han aparecido biografías imprescindibles y muy recomendables, como la de Julio César por Luciano Canfora (2014), la de Hitler por Ian Kershaw (1990) o la de Franco por Paul Preston (2011), entre muchas otras. Por supuesto al hablar de un género, las obras a tener en cuenta no se circunscriben a un solo formato y el ámbito audiovisual también cuenta con algunas de ellas. The Apprentice, que nos presenta un periodo clave en la vida de Donald Trump,  posteriormente a lo narrado  presidente de los Estados Unidos,  es una. Y es que refleja perfectamente la sociedad de los hechos descritos, la del establecimiento del "turbocapitalismo" consagrado por el gobierno Reagan en la década de los 80 del siglo XX y que en gran medida sigue siendo la nuestra actual. En este sentido Donald Trump, usando terminología historiográfica, no es una de las causas del mundo en el que vivimos, sino una de sus consecuencias. No confundir las primeras con las segundas es uno de los pilares del análisis político.

 


 

Por otro lado es muy importante no utilizar conceptos morales para un estudio riguroso. Gabriel Sherman, periodista y guionista de la película, ha afirmado que ésta trata "sobre un ser humano". Cuestión fundamental. Precisamente Kershaw cuenta en la imprescindible introducción a su biografía de Hitler, que este "no era un monstruo". Sus motivaciones eran humanas, así como su devenir personal y político. No debemos considerar a figuras así como ajenas, sino como parte de nosotros e interrogarnos el porqué nuestro sistema recompensa comportamientos del estilo de Trump o Hitler, en vez de considerarlos peligrosos para sí mismos y los demás. El presidente de los Estados Unidos no es un demonio, es una persona que, en aras del bienestar general, no debería haber llegado hasta donde lo ha hecho. Pero su filosofía política es la hegemónica actualmente, lo cual debe hacer que nos interroguemos sobre cual es esta y porqué tiene tanto éxito. The Apprentice da pistas.

 

 Arriba: "El queso y los gusanos" se considera como una de las obras fundacionales de la "microhistoria", es decir, el uso del género biográfico para el análisis social a través de la vida de personas cotidianas. Abajo: "Hitler" de Ian Kershaw se toma como una de la biografías canónicas, también por los problemas metodológicos al respecto del estudio de figuras muy polémicas, y que el autor expone en la introducción.


En la película es clave la relación entre Donald Trump y  su verdadero mentor político, Roy Cohn.  Éste es en sí mismo una figura trascendental para entender la segunda mitad del siglo XX estadounidense, siendo por su parte protagonista de biografías como el recomendable documental Cobarde, matón, víctima, La historia de Roy Cohn (Ivy Meeropol, 2019). Cohn demuestra, entre otras cosas,  que la aparente modernidad con la que se presentan políticos como Trump, omnipresente en redes sociales o en televisión (el título The Apprentice hace un guiño a un programa de telerrealidad que presentó el futuro presidente) no deja de ser fachada, pues su filosofía es arcaica. 

 

 La política de Trump no tiene nada de novedosa y se inscribe en la cultura tradicionalista, representada por derivadas como la del macartismo. Arriba: Ethel y Julius Rosemberg, matrimonio ejecutado en la silla eléctrica con el prominente papel de Cohn en la fiscalía. Abajo: El senador McCarthy (centro) con dos asesores, uno de ellos Roy Cohn (izquierda), en una vista de 1953. Licencia de la imagen: The Regents of the University of California under CC BY 4.0

 


Cohn fue uno de los más importantes consejeros del senador McCarthy en la cruzada que éste emprendió, contra lo que denominaba "comunismo", concepto que en realidad le servía para atacar a todo tipo de corrientes de pensamiento que le desagradaban, deshumanizando a personas y colectivos que opinaran de manera diferente a él. Una de las derivadas del clima general de paranoia que políticos así establecieron fue el juicio, en el que Cohn actuó como entusiástico fiscal, contra  Ethel y Julius Rosemberg, quienes fueron condenados a muerte, sentencia cumplida el 19 de junio de 1953, convirtiéndose en los únicos civiles ejecutados en tiempos de paz en Estados Unidos por espionaje. El proceso fue polémico, plagado de irregularidades como las presiones al hermano de Ethel para lograr una confesión, existiendo además el consenso general de que al menos en el caso de ella no existen pruebas concluyentes de los delitos de los que se les acusó. 

 

Sebastian Stan como Donald Trump y Jeremy Strong como Roy Cohn. Ambos han sido nominados a los premios de la Academia de Hollywood por sus interpretaciones.

Roy Cohn cayó en desgracia como trabajador público con el fin político de su propio maestro McCarthy, quien cada vez fue siendo más violento, impredecible y radical, en parte por un proceso de alcoholismo agudo. Sin embargo Cohn supo reconvertirse en los años 70 en un influyente abogado con base de operaciones en Nueva York, desde donde llevó casos defendiendo eficazmente y de nuevo con métodos cuestionables desde el punto de vista legal, a personas con grandes recursos como magnates financieros, mafiosos o acusados que cumplían con ambos perfiles. La popularidad  de la que disfrutó entonces fue aún mayor que en época de su cercanía con McCarthy, siendo el momento en el que entró en contacto con un joven Donald Trump, quien estaba teniendo problemas legales por la forma en la que actuaba administrando los intereses de la compañía familiar que levantó su padre Fred. Ésta se basaba en la especulación inmobiliaria y en la administración de fincas, siendo frecuentes las acusaciones respecto al uso de métodos violentos para cobrar impagos y la discriminación hacia colectivos como el de las personas negras. Trump con la ayuda de Cohn, quien presionó a los acusadores para alcanzar un acuerdo, resolvió la situación y la relación entre ambos se volvió estrecha.

 


En gran medida la historia de la clase política contemporánea está unida a la especulación inmobiliaria, por lo que la desprotección de edificios históricos como el Hotel Commodore, uno de los inmuebles con cuya destrucción Trump hizo negocio, ha sido frecuente. Abajo: En el ámbito español es interesante la miniserie documental "El pionero", sobre Jesús Gil y Gil, personaje que, aún con su idiosincrasia propia, tuvo características similares a las de Trump. 
 

 

La colaboración de mentor y aprendiz dio un nuevo paso en la década de los 80, años dominados por la filosofía ultracapitalista surgida en la escuela de Chicago e implementada sin tapujos por políticos como el presidente Ronald Reagan, quien estuvo en el cargo entre 1981 y 1989. Sus medidas se basaron en el fomento del sistema crediticio, la bajada generalizada de impuestos directos (especialmente a las grandes fortunas) y una agresiva política exterior orientada a elevar el espíritu patriota, en declive desde la humillante intervención en Vietnam y la crisis del petroleo que dominó gran parte de los 70. Uno de los lemas del presidente fue Let's make America great again, apropiado por Trump años después para su propia carrera política. En ese contexto, personas con pocos escrúpulos como Trump o Cohn pudieron medrar con facilidad y entre ambos lograron una, de nuevo polémica, victoria: la quita multimillonaria de impuestos que permitió al magnate construir el Hotel Hyatt Grand Central  y la famosa Torre Trump, destruyendo de paso en el proceso dos edificios arquitectonicamente importantes, el del Hotel Commodore y el que albergaba la histórica tienda Bonwitt Teller.

 


 Otra de las ideas recicladas de Trump es el lema "(Let's) Make America Great Again" (Hagamos a América grande de nuevo), que en realidad apela a un patriotismo superficial ya utilizado por Reagan. El movimiento  MAGA, asociación con tintes sectarios (señalamiento del disidente, coordinación por líderes carismáticos) y uno de los pilares mediáticos de Trump, es un heredero directo de este tipo de nacionalismo,  cristalizado en el siglo XVIII y crucial para la alta burguesía dominante en época contemporánea.
 
 
"Bonwit Teller", otro de los edificios víctima de la especulación de Trump. En esta parcela erigió su famosa "Trump Tower" (1983) Img. CC vía Digital Collections, The New York Public Library  https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47e2-f1f8-a3d9-e040-e00a18064a99

 

Los años de la década de los 70 y 80 son precisamente los que trata The Apprentice y con ellos basta para llegar a una serie de conclusiones fundamentales para comprender nuestro presente, más allá de las anécdotas personales de figuras extravagantes. Como hemos visto, nada es nuevo en Trump. Como discípulo de Cohn, enlaza con el macartismo (agresividad política, falta de escrúpulos empáticos) y como seguidor de la filosofía económica del gobierno de Reagan, bajo el cual medró económicamente, lo hace con una política pública turbocapitalista (ausencia de cortapisas legales para las grandes fortunas, adelgazamiento máximo del estado de bienestar, nacionalismo exacerbado). Cohn resumió su doctrina en tres consejos que dio a Trump: ataca siempre, no reconozcas haber cometido ningún hecho reprobable y  pase lo que pase reclama la victoria. Lo cual a su vez se emparenta con la filosofía que marcó (parte) de la ideología del Renacimiento, la representada por (parte) de los trabajos de Maquiavelo, especialmente El príncipe y su ética utilitarista en beneficio del jefe del estado. 

 

 
El derecho del líder a poner en duda hechos objetivos es rastreable, entre otros autores, en Maquiavelo. Sin embargo no es la única ética surgida en el Renacimiento. Autores como Spinoza apelan a un egoísmo en el que el bienestar propio es facilitado por la ampliación de derechos y un poder político altamente fiscalizado, pero ha sido silenciado por las grandes ideologías contemporáneas. Abajo: uno de los fundamentos económicos del turbocapitalismo es la eliminación de impuestos. En realidad los únicos verdaderamente beneficiados al respecto son las grandes fortunas, pues en este tipo de modelos el pago de los ciudadanos por servicios básicos (educación, sanidad) es muy elevado. 
 

 
Arriba: Edificio (desaparecido) del Hotel Commodore (1919-1976). Abajo, su sustituto, el Hyatt Grand Central (1980). Se ha acusado a Trump de connivencia con la mafia de Nueva York, lo que le habría permitido el acceso privilegiado a materiales de construcción. Incluso cuando otros proyectos se paralizaban por huelgas.
 
 
Abajo: Torre Trump, la cual ha sido la principal residencia de Donald Trump desde su construcción hasta 2019.
 


Las consecuencias de la política de Reagan están muy bien estudiadas. Pese a las teorías de la escuela de Chicago, el crecimiento perpetuo basado en el crédito y la reducción impositiva (aunque relativa, pues la recaudación indirecta en los estados "adelgazados" es muy alta) es imposible. Los 90 y gran parte de los 2000 fueron tiempos de crisis, que fueron estallando conforme lo hacían las sucesivas burbujas (inmobiliaria, de banca comercial, tecnológica), hasta el punto de que amplios sectores de la población se vieron arrastrados a la pobreza. Los problemas no fueron ajenos a magnates como Trump, como queda reflejado en parte del metraje de la película y se vio así mismo asediado por las deudas contraídas por una serie de inversiones muy agresivas, como las relacionadas con la construcción de varios casinos en Atlantic City. En cierto modo Saturno devoraba a sus hijos, algunos de los cuales por otro lado sufrían serios problemas psicológicos derivados de una atmósfera perjudicial incluso para los próceres y sus vidas personales. Si McCarthy había tenido graves problemas con una de las drogas aceptadas por el sistema, el alcohol, parece que Trump los tuvo con las anfetaminas, muy unidas al mundo de la competitividad sin apenas límites. Mientras tanto Cohn, homosexual no reconocido públicamente, vivió unos últimos años muy duros, roto por la contradicción interna de ser figura prominente de una casta homófoba, y acusado de actividades ilegales en el ejercicio de la abogacía (entre ellas falsificar una herencia), lo que le llevó a perder su licencia poco antes de su muerte, acaecida en 1986 por complicaciones derivadas del Sindrome de Inmundodeficiencia Adquirida (SIDA-AIDS).

 

 Arriba y abajo: los datos de endeudamiento público y de aumento de la desigualdad derivados de políticas como la de Reagan no son nada positivos. En realidad este tipo de economía genera problemas que llevan a una crisis social profunda, que a su vez eleva de nuevo a políticos populistas como Reagan o Trump en un proceso cíclico. La falta de impulso de la política tradicional (Partido Demócrata estadounidense, socialdemocracia europea) para abordar reformas estructurales tampoco resuelve el problema. Mientras tanto gran parte de otros movimientos reformistas, como el comunismo de corte ortodoxo, sigue en parámetros decimonónicos a su vez incapaces para una transformación social efectiva. Img sup. Creative Commons. Abajo licencia Creative Commons vía "The Spirit Level", Wilkinson & Pickett, Penguin 2009.

 

A diferencia de Cohn, Trump logró recuperarse, en parte por su proyección pública en emisiones de éxito como el mencionado The Apprentice durante los 2000, programa  de telerealidad en el que los ganadores eran contratados por su empresa y que así mismo ha sido objeto de polémicas. Finalmente su popularidad le sirvió para convertirse en una pieza fundamental del Partido Republicano (tras coqueteos con otras fuerzas políticas, incluida la demócrata) y acabar convirtiéndose en presidente del país estadounidense en dos ocasiones (2017 y 2025), mientras crecen los rumores de que busca esquivar el límite constitucional de dos mandatos. Sus medidas generan, como ocurrió en el caso de Reagan o McCarthy, polarización y desprecio por la legalidad. Sin embargo cuentan con un gran apoyo social, por lo que su análisis riguroso es imprescindible. Así mismo lo es la autocrítica de las fuerzas políticas que buscan ser alternativa. Biografías como la expuesta sobre Trump en The Apprentice, así como las de Hitler o Franco, nos hablan también de los errores de sus opositores, e incluso de sus aliados. Por un lado subestimar a estos personajes: el hecho de que sean intelectualmente mediocres no significa que no sean astutos o muy inteligentes para con respecto a su supervivencia y en la búsqueda del éxito a cualquier coste. Por otro lado los llamados políticos tradicionales han fracasado rotundamente, pues al no haber sido capaces (o no haber querido) construir una sociedad cada vez más segura o igualitaria, han alimentado la frustración de la que viven personajes como Trump. Finalmente, no sirve utilizar contra estas figuras sus mismas armas (cinismo, ataque al disidente, violencia) pues si vivimos en un sistema que premia especialmente comportamientos agresivos, personajes populistas y sin escrúpulos como Trump siempre van a estar un paso más adelante en el uso efectivo de estas estrategias. Más allá de cuestiones morales es algo que han olvidado determinadas corrientes que buscan revoluciones violentas, lo que ha sido advertido por historiadores de la talla de Eric Hobsbawm: en el siglo XX practicamente ningún movimiento revolucionario de izquierdas ha sido capaz de deponer violentamente un sistema de democracia liberal. Sin embargo los golpes de estado de derechas sí han demostrado más éxito al respecto. De lo que se trata es de crear un ecosistema social en el que personas como Trump no sean recompensadas con poder, lo cual se logra con un sistema de contrapesos políticos firme, una separación de poderes efectiva, libertad real del ciudadano en lo personal, y garantía absoluta de determinados derechos mínimos (vivienda, alimentación, sanidad, seguridad). Así todos quedamos protegidos, incluso el propio Trump, pues está demostrado que gente como él, preocupada por una constante competitividad, por la aceptación pública y por los ataques que recibe frecuentemente el que ataca, no es feliz. De nuevo aludiendo a Hitler y Franco, se sabe que tuvieron una vida poco alegre, con una eterna frustración hasta el momento de su muerte. Tenemos que aprender a valorar un egoísmo saludable, a diferencia de lo defendido por McCarthy, Cohn, Reagan y Trump, sabiendo que la felicidad de los demás contribuye a la propia, de modo que un mundo más seguro lo es también más feliz, incluso para los que se creen la propaganda del capitalismo exacerbado. Debemos sustituir a Maquiavelo por Spinoza y al mundo sin reglas (para los de arriba) de Trump por un mundo de protección legislativa, nacional e internacional. Entre otras buenas obras biográficas, The Apprentice nos ayuda a comprenderlo.

  

La imagen de éxito de Trump poco se corresponde con la realidad, y se ha construido mediante una mitología pública que apela a la emoción acrítica del espectador, por ejemplo vía grandes eventos de masas (boxeo, lucha libre) o espectáculos televisivos. En realidad Trump se ha tenido que acoger en numerosas ocasiones, por sus malas decisiones financieras, al Capítulo 11 de la legislación estadounidense, el equivalente a la española suspensión de pagos, y ha sido acusado frecuentemente de deber dinero a trabajadores y socios. Arriba: Imagen del capítulo 1 de The Apprentice (programa televisivo).


 

 
Arriba: Biografías de personajes como Trump demuestran que en realidad no son felices y habitualmente incapaces de establecer una afectividad personal sana, debido a una educación que solo prima la competitividad máxima y un éxito medido según parámetros superficiales. En The Apprentice se aborda la tóxica relación familiar de Trump, incluyendo el alcoholismo y problemas de adicción de su hermano Fred, criticado por su padre "solamente" por ser piloto de aviación (imagen del verdadero Fred Trump Jr. en dominio público). Abajo: las relaciones sexuales y románticas son así mismo con frecuencia tóxicas en este tipo de perfiles. En The Apprentice se aborda el ámbito a través de la primera mujer de Trump, Ivana Zelnicková (1949-2022, interpretada por Maria Bakalova) quien en el proceso de divorcio manifestó "haberse sentido violada" por su marido, aunque posteriormente señaló que "no en un sentido penal". No ha sido la única acusación al respecto que ha recibido el magnate. siendo condenado como "responsable de agresión sexual" a la periodista E. Jean Carroll (imagen siguiente, con licencia Creative Commons por juliannemo vía Wikicommons). Famoso ha sido así mismo el caso, de nuevo con resultado de condena para Trump (mayo de 2024), relacionado con el dinero reservado a su campaña electoral de 2016, pero utilizado para pagar a la actriz pornográfica Stormy Daniels por su silencio respecto a relaciones sexuales extramaritales. La sentencia ha sido dejada sin efecto penal o civil por el juez Juan Merchan en 2025 debido al ascenso de Trump a su segundo mandato presidencial, pero no ha sido anulada en lo referido a la demostración de los hechos. Trump, por supuesto, sigue negando su culpabilidad. 








 
 
 
¿QUIERE SABER MÁS?

Bibliografía recomendada:
 
Canfora, L. Julio César. Un dictador democrático (2014). 
 
Ginzburg, C. El queso y los gusanos. (1976).
 
Hobsbawm, E. Historia del siglo XX.  
 
Kershaw, I. Hitler (1889-1945). 2 Vol. (2000).
 
Maquiavelo, N. El príncipe. (1515, con múltiples ediciones críticas). 
 
Preston, P. Franco. Caudillo de España. (2011).
 
Spinoza, B. Ética demostrada según el orden geométrico (1675, con múltiples ediciones críticas). 
 
Filmografía recomendada:
 
Bach, E. El pionero. (2019). 
 
Meeropol, I. Bully, Coward, Victim. The Story of Roy Cohn. (2019).
 
"The Apprentice" (programa de televisión). Primera temporada (2004) disponible en archive.org Enlace aquí:
 
 
Pódcast recomendados:
 
Mundo Gilipoy. La culpa es de Maquiavelo, yo sólo pasaba por ahí. Publicado el 3/06/2025. Enlace aquí:
 
 
Podcaliptus Bonbon. El género biográfico (historia, relevancia, recomendaciones). Publicado el 6/10/2025. Enlace aquí:
 
 
Podcaliptus Bonbon. No es ningún carroza, el tío Spinoza.  Publicado el 11/10/2025. Enlace aquí:
 
 
 

 
Este artículo tiene licencia Creative Commons (atribución-compartir igual). 

BIOGRAFÍAS PARA ENTENDER LA SOCIEDAD: TRUMP Y "THE APPRENTICE" (ABBASI, 2024) © 2025 by Víctor Deckard is licensed under CC BY-ND 4.0